Descendiente de intelectuales y artistas luso-hispanos, Gonzalo de Reparaz Ruiz (Sévres, 1901 − Lima, 1984) fue un investigador nato. Se consagró en los estudios de la geografía ibérica (geografía humana y física, hidrografía y cartografía de los descubrimientos) y, a partir de 1951, en el de las zonas áridas y cuencas hidrográficas de los Andes peruanos. Como parte de sus investigaciones, emprendió constantes viajes que lo llevaron a fotografiar distintos territorios. Sumergido en esta labor, vinculó estrechamente su obra fotográfica al quehacer científico sin dejar de lado su particular mirada artística, la cual había empezado a formar a la edad de once años cuando toma contacto, en 1912, con el Estudio Fotográfico Guedes, en Oporto.

Su más importante labor intelectual la desarrolló en Barcelona, a la que arriba en 1921 y se vincula a otros pensadores establecidos en la ciudad. Al mismo tiempo que emprende una serie de publicaciones sobre historia y geografía regional, realiza un amplio registro fotográfico de los lugares y las poblaciones que visita. A modo de reportero gráfico, aparecen sus imágenes en distintas publicaciones de distintos idiomas que lo adscriben a una corriente fotográfica regionalista. Hoy estas imágenes son resguardadas en el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya, Barcelona.

Con una madurada sensibilidad intelectual, Reparaz arribó al Perú en 1951 como jefe de la Misión de Asistencia Técnica de la Unesco. En el país se dedicó al estudio y audaz documentación fotográfica del paisaje, los restos arqueológicos, las ciudades y comunidades andinas. En esta etapa, su trabajo visual estuvo influenciado por el movimiento Straight Photography que lo llevó a desarrollar una producción de notable sello personal, al corriente de la vanguardia internacional.

Junto a artistas itinerantes como Irving Penn, Baldomero Pestana y José Casals, Reparaz irrumpió en la fotografía limeña para imprimir una nueva visión de la modernidad. A pesar de haber sido ignorado por décadas, formó parte de una pléyade de fotógrafos activos en la ciudad, siendo el único que llegó a establecerse definitivamente en ella hasta su muerte en 1984.

Como muy pocos, Reparaz también contribuyó con su trabajo a la difusión de las manifestaciones culturales del Perú. Sus retratos de las comunidades andinas, tradiciones y costumbres regionales, estudios de los antiguos monumentos arqueológicos y vistas del paisaje peruano evidencia su clara admiración por la cultura del país. La difusión de estas imágenes a través de libros, guías turísticas y postales que dieron la vuelta al mundo en el epílogo de su trayectoria artística, le permitió en su momento dar mayor impacto a su obra en el ámbito cultural. Por tales notables motivos, sus fotografías y trabajos académicos, suscitaron un nuevo acercamiento y reflexión hacia las expresiones locales.

Pablo Cruz Quintanilla